Las criptomonedas están de moda. Algunos buscan similitudes con la crisis especulativa de los tulipanes en el siglo XVII en los Países Bajos, mientras que otros ven una fiebre de oro como en la burbuja “punto com”. Lo que está claro es que las criptomonedas marcan una nueva etapa en la revolución digital.
Pero, ¿qué son exactamente las criptomonedas?
Las criptomonedas son monedas virtuales y digitales. Su principal característica es que están protegidas por criptografía. Las criptomonedas han surgido a partir del año 2008 con la irrupción del Bitcoin. A partir de entonces se ha multiplicado el número de criptomonedas, superando en el 2018 el millar en todo el mundo. Estos activos digitales se caracterizan por no tener un control centralizado. Su sistema se basa en la distribución y en la protección criptográfica.
Técnicamente una criptomoneda es una moneda digital que representa un valor que puede ser intercambiado de forma digital. Funciona como un medio de intercambio y una unidad de cuenta, pero no tiene estado de curso legal en ninguna jurisdicción. No es emitida ni garantizada por ninguna jurisdicción y cumple las funciones anteriores solo por acuerdo dentro de la comunidad de usuarios.
Las criptomonedas no tienen soporte físico como las monedas de curso legal (euros, dólares, yenes, …) y tampoco tienen el respaldo de los bancos centrales de los países. El anonimato para los propietarios de las criptomonedas, la independencia de estos activos digitales respecto a gobiernos e instituciones reguladas y la posibilidad de convertirlos en monedas de curso legal ha aumentado el atractivo para muchos inversores.
Una de sus características más llamativas es su creación. La actividad por la cual se emiten nuevas criptomonedas a partir de los procesos y algoritmos establecidos en las normas de cada una de ellas se denomina minar. Al comienzo del fenómeno de las criptomonedas, los primeros inversores podían realizar las actividades de minado desde ordenadores personales. Actualmente se requieren equipos informáticos especialmente preparados para desarrollar actividades de minado de criptomonedas.
La principal criptomoneda hoy en día es el Bitcoin, que tiene un valor muy superior al resto. Otras que acompañan al Bitcoin son el Etherum, el Litecoin, el Ripple, el Zcash, el Monero, el Bitcoin Cash, el IOTA, el Dash o el Dogecoin. Estas se compran y se venden en mercados virtuales que facilitan sus cotizaciones e intercambios.
En la actualidad los reguladores de los distintos países están preocupados por las criptomonedas. Este nuevo fenómeno ha desbordado a las instituciones financieras, que desconfían de estos activos digitales, especialmente por su falta de respaldo por parte de los estados, la ausencia de regulación, la falta de control y sus consecuencias como la desprotección de los inversores. A esto se añade el hecho de las vinculaciones del lavado de dinero de actividades ilícitas a través de estas monedas. La realidad es que cada día aumentan las expectativas sobre las criptomonedas y en un futuro próximo pueden llegar a revolucionar los mercados financieros y la forma en que se realicen todo tipo de transacciones económicas a través de soportes digitales.