Lo sentimos, el cambio acecha, ha llegado el momento. Toca independizarse. Tenemos veintitantos, hemos terminado la facultad, parece ser que también hemos encontrado nuestro primer trabajo de “persona mayor” – aunque sea con un contrato de obra y servicio- y ya creemos estar listos para dar el gran paso, irnos de casa. Podemos.
Hemos hecho cálculos y estadísticas de las que nos creíamos incapaces, repasado y hecho cavilaciones sobre el estado de las cuentas del banco. Pasamos de los 3 dígitos, bien. Y, aunque los imprevistos no sean bienvenidos para el bien de nuestra integridad económica, creemos estar preparados para pagarnos ese idílico cuchitril.
Pero no podemos irnos sin que nos “den la chapa” con algunos tips y consejos bastante útiles. Vamos allá.
Nuestros tips más chaperos para independizarse
- Tu mejor inmobiliaria. Antes se miraban pisos en revistas y agencias, ahora todo está en Internet y todavía hay chollos. Pero necesitamos paciencia y aguante. Existen muchísimas aplicaciones y plataformas en internet que facilitan muchísimo la primera fase de selección. Aprovéchalas.
- Una buena ubicación. Hay ciertos ítems que deben condicionar la búsqueda de tu futuro hogar y a los que debes dar la máxima importancia. La proximidad a tu trabajo, una buena conexión con el transporte público, tener cerca puntos de interés como supermercados o farmacias son factores que deberían condicionar el comprometerte con un piso.
- Tu compañer@ de piso. Aunque no lo creas, esa será una de las claves más importantes para el éxito. El amigo gorrón, la novia, unos conocidos del pueblo… Tienes tantas opciones como gente en tu ciudad. La cuestión es que elijas bien porque la estabilidad se consigue empezando por la de tu propia casa.
- Hay que ser previsor. Está muy bien eso de repasar tu cuenta de débito o hacer hipótesis, pero toma nota. Los profesionales del sector aconsejan reservar hasta un 35% del sueldo para pagar el alquiler, no es aconsejable superar esa cifra ya que siempre hay que tener ahorros para posibles imprevistos.
- Etapa de aprendizaje. Tal vez los primeros 3 meses fuera de casa sean fiesteros y locamente emocionantes, pero habrá un momento en que te cansarás de eso y darás prioridad a otras cosas. No te agobies, es la señal de que estás madurando.
- Organízate. Ahora que eres autosuficiente, necesitas definir el tiempo que dedicarás a tus deberes en casa. La limpieza, la colada o hacer la compra del súper con una previsión de un menú más o menos equilibrado son tareas que requieren tiempo y dedicación. No las descuides.
- Asegúrate la mejor etapa de tu vida. Estamos emocionados, preparados para afrontar esta nueva etapa, pero queremos asegurarnos de tenerlo todo bien cubierto. Y con eso nos referimos al maldito seguro de hogar que tanto nos soluciona cuando tenemos ese imprevisto del que hablábamos en el punto cuatro.
Llega donde quieras con Inspirit Mutua, y que ningún obstáculo sea un impedimento para alcanzar tus sueños. Nuestra prioridad eres tu y tu tranquilidad, nuestro objetivo.